Historias Cortas – «Gracias Polaroid»

La relación con personas desconocidas puede durar dos minutos, dos horas, cinco… Los personajes de nuestras imágenes están mudos muchas veces por la incomprensión de la lengua, por la diferencia de edad o simplemente porque no hay nada que decir. Las estancias están repletas o exentas de sus objetos más personales. Las imágenes son recortes de vidas ajenas, eso mismo.

La gente que encontramos nos abre las puertas de su casa para ofrecernos sombra y agua.

Estábamos sedientos. Y nosotros, en este viaje, sí teníamos algo que ofrecer: llevábamos la polaroid para poder hacer un pequeño regalo. Nos encanta observarlos viéndose a sí mismos gracias a la polaroid.
Y como dijo alguien, ¿quién fue?, creo que un fotógrafo de la Magnum, «lo grandioso de la fotografía es que tienes que estar allí. He obtenido las fotografías lo que prueba que estuve allí. No las falsifiqué de ningún modo». Philip Jones Griffiths, eso, fue él.