Thriving Nature- Cacao Barry

La deforestación es una de las principales causas del calentamiento global. Supone la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera a través del método de «tala y quema» para despejar bosques y, al mismo tiempo, reduce la cantidad de árboles que lo absorben.

 

Concepto, filmación y fotografía. Costa de Marfil 2018
Cliente: CACAO BARRY «Thriving Nature»

El cambio climático (deforestación, emisiones de carbono) representa una amenaza real para el ecosistema del cacao, la vida de quienes lo cultivan y, en última instancia, su sabor. La única forma de superar este problema es dejar que la naturaleza haga lo mismo que ha hecho durante millones de años: seguir su curso.

Es un reto difícil para la humanidad.

Los retos

Es un reto difícil para la humanidad, que debe esforzarse para limitar su impacto y permitir que la naturaleza se abra camino. Por tanto, nuestro objetivo consiste en conseguir que los agricultores se conviertan en la solución iniciando intervenciones sobre el terreno y programas de optimización que capturen el carbono del suelo y las plantas mientras mejoran el desarrollo natural del sabor del cacao que tanto nos gusta.

 

Cacao Barry

Fieles a la filosofía de Cacao Barry, dejaremos que la naturaleza se desarrolle y, de este modo, podremos ofrecer al mundo chocolates de calidad no perjudiciales y que nos ayudarán a conservar un planeta habitable para las generaciones venideras.

El tiempo no está de nuestro lado.

A día de hoy, no tenemos otra alternativa que luchar juntos para producir cacao sin huella de carbono. Por ese motivo, hemos desarrollado el programa “Thriving Nature”: Juntos, agricultores y chefs, dejamos que la naturaleza avance. Todos protegemos la diversidad y la intensidad de los sabores del cacao.

Nuestros proyectos

En el año 2025, 3.500 agricultores de África Occidental habrán recibido formación para garantizar que aplican prácticas agrícolas sostenibles y dejan que la naturaleza siga su curso.

 

  • Plantar árboles típicos de bosque, árboles madereros, frutales y arbustos para contar con especies diversas y autóctonas.
  • Mantener una zona de protección de la vegetación autóctona en los extremos de la plantación y las masas de agua para reducir la erosión, limitar la contaminación procedente de pesticidas y fertilizantes, y proteger los hábitats de la fauna.
  • Reconocer la importancia de los árboles que aportan sombra y plantarlos en los terrenos donde sea necesario y factible.
  • Ser conscientes de las especies amenazadas y en peligro en su zona de producción y saber cómo protegerlas tanto a ellas como sus hábitats.
  • Evitar cazar, pescar o tener especies raras, amenazadas o en peligro en las plantaciones.
  • Evitar las actividades agrícolas en parques nacionales, refugios de vida salvaje, reservas forestales, zonas de protección, masas de agua y otras zonas de conservación públicas o privadas.
  • Evitar convertir zonas de valor de conservación elevado, alto valor ecológico o alto almacenamiento de carbono (bosques, prados o humedales) en tierra agrícola.
  • Gestionar de forma sostenible el uso de la madera o el combustible de madera, garantizando que la tasa de utilización no supere el crecimiento y la tasa de sustitución.

 

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